lunes, 26 de diciembre de 2011

Tsuki no sango parte 3


un nuevo fragmento Traducido por Elf



No es algo
como “mi hijo se encerró en su casa” o algo por el estilo. Todos los seres
humanos empezaron a perder interés en cualquier cosa que sucediese en el mundo.
Algunos de ellos se llevaron muchas de sus pertenencias hacia el otro lado del
planeta.
Aunque no quede nada en la Tierra, la gente puede seguir viviendo.
Pero en la Luna, nadie puede vivir sin las reliquias.
En otras palabras, estos humanos...
“Tu único deber es preservar la sabiduría humana. Honestamente, ya estamos
cansados de ello.”
Diciendo esto, ellos dejaron todo a la Luna.
Luego de tan sólo medio siglo, la Luna y la Tierra dieron fin a sus medios de
comunicación. Los humanos de cada planeta no tenían nada más que intercambiar
entre ellos, asi que simplemente cerraron la puerta. Después de todo, las
personas en la Tierra pueden seguir viviendo sin problemas con sus propios
recursos, mientras que las personas en la Luna ya tienen todas sus necesidades
en su medio ambiente.
La razón por la que los rayos de la luna fueron extinguidos parece haber sido
por algo que sucedió después de varias décadas desde ese momento.
Mientras tanto, la población mundial empezó a disminuir.
Ellos perdieron el interés de propagarse de todas maneras. Si los dejamos
nomás, esta especie terminaría desapareciendo en unos 50 años. Aunque vivan
como quieran, ellos siguen existiendo hasta ahora gracias a una de cada diez
personas, considerada "rara", que se esfuerza en vivir.
Gente humilde que se preocupa por los demás cuando ellos tienen muchas cosas de
qué preocuparse de sí mismos. Estas personas raras se juntaron y crearon una
asamblea humana a la “antigua”, un ámbito de vivienda conocido como el
departamento de la cuidad. No se mucho acerca de ello, ya que nunca he visitado
ese lugar.
El lugar se llama Comité de Reconstrucción de la Humanidad. Un movimiento sobre
volver a los principios de la vida. Se dice que el amor es lo fundamental.
Realmente, no sé que decir. No es que sea algo malo, pero no entiendo qué es lo
que quieren decir con entender el uno a otro y tampoco puedo imaginarme dicha
situación. ¿De verdad es algo bueno? Lo único seguro es que no causará sólo
problemas. Sería mucho mejor si dieran asistencia recíproca con algo más
sistemático. Entonces habrían seguridad, interés personal y un trabajo
específico. Entender la mente de una persona que ni siquiera puedes verla no
tiene tanta credibilidad.
Por lo tanto, la razón por la que siempre exijo cosas irrazonables cada vez que
me proponen matrimonio es porque, como yo no puedo predecir el amor, sólo
quiero que los pretendientes me lo hagan posible. Si pueden obtener en sus
manos un objeto valioso que pido y también cambiarlo, eso probará que aquella
persona realmente me necesita.
Aunque me guste los hombres y los humanos, yo no puedo entender qué es el amor.
Pero así también soy feliz. Después de todo, nosotros vivimos en un mundo donde
podemos hacer lo que quiera, siempre y cuando tengamos sol, agua y oxígeno. Ah,
pero no puedo dehacerme de mi odio por este hecho, que la humanidad acabará
gracias a ello...
“Las estrellas están brillando. El mar está elevando. El coral está cantando,
como está anhelando.”
“Como las medusas (aguavivas), pasamos nuestros días dando vueltas...”
Cantando en el medio de un campo oscuro, empiezo a dar vueltas.
“¿Así que compara la vida con una medusa (aguaviva)? Eso sí que suena medio
alegre.”
Una voz interrumpiendo mi soliloquio.
Era la voz de un hombre, como si estuviese encubierta por un telón que no podía
ver.

“Disculpe. ¿Es usted...?”
Me doy vuelta por haber llamado mi nombre y veo una cosa extraña flotando.
Un vehículo hecho de lata, pequeño como una caja de almuerzo. Parece una nave
transportanto sashimi.
Manejando encima del vehículo está algo parecido a un meñuco hecho de lata,
como lo esperaba. La superficie del muñeco está liso como una caldera y también
es monótono. En la cabeza, hay una especie de agujero transparente, pero no puedo
ver lo que está adentro por reflejar los rayos de la luna.
De todas formas, llamó mi nombre, así que al menos debería responderle.
“Hola. Un gusto conocerte... ¿Sería lo que debería decir?”
“Además, es usted cortés. Yo soy este tipo de persona.”
El hombre de hojalata sacó un papel bastante pequeño. No sé para qué se
utiliza, pero como me lo ha dado cortésmente, yo lo he aceptado de la misma
manera.
“¿Viniste desde afuera de la isla?”
“Sí. Vine hasta aquí para conocerle. Si no le importa para nada, ¿podemos tener
una charla?
Esta vez, no pude dejar de mantener mis ojos bien abiertos y parpadear
consecutivamente gracias a sus acciones. Un nuevo pretendiente. Vaya sorpresa.
Aunque sea cierto que conocí a varios tipos de personas, es mi primera vez que
me encuentro con alguien del tamaño que puedo agarrar con mi propia mano.
“Para nada. Mi trabajo es hacer envíos. La razón por la que vine a esta isla es
50% por trabajo y el otro 50% por interés personal.”
Esa voz que suena como si estuviese encubierta por un telón. ¿Será por ese
traje que lleva?
La pequeña nave flotando alrededor y el tipo de visitante que nunca vi en mi
vida.
Como no pude esconder mi curiosidad, terminé observándolo por un largo tiempo,
en vez de conversar.
Sin importar mi reacción, el hombre de hojalata empezó a hablar sobre el tiempo
de hoy, el año, el clima, entre variantes. Parece que charlarémos nomás sobre
cualquier cosa. Yo moderadamente escucho lo que él dice y le respondo de forma
corta, obviamente. Así, la conversación no avanzó para nada.
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